lunes, junio 26, 2006

LA VIDA EN PARADOJA


No es un error, presiento, ni obstinación siquiera
esta forma fatal de estar en compañía,
como al corro de niños.
No es juego, ni un destino.
Es refugio de corros más sombríos
y al fin, después de tanto,
es pánico a las sectas y es aversión al grupo.

Este tiempo letal sin religiones,
este mundo infernal de banderas caídas
no convoca a los hombres alrededor del fuego
por nada ni por nadie,
pero los hace vanos, mortales como siempre,
los incendia por dentro,
enreda sus arterias con el viento.

Arrastra el individuo en este tiempo,
sin filiación ni dignidad ninguna,
en un rincón cualquiera sus cadenas
con la sombra partida.
Y esa inercia social,
ese afán de nivelar no se entiende
si ya no quedan metas ni pautas colectivas
ni el eco visceral que dejan, por la fe,
las voces de los mandos convencidas.

Por eso huyo con otros de las catervas ciegas
que la Historia al caer nos ha traído.
Y porque nos juntamos, parecemos unidos;
pero es, presiento, un pacto para salvar la piel:
la vida en paradoja nos aleja
de amargas soledades
y nos protege y libra de morir confundidos.


No sé què té aquest poema del Leopoldo Alas, però m'emociona cada vegada que el llegeixo. Crec que potser és molt sintomàtic amb el clima polític que estem vivint de moment.

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